viernes, 16 de abril de 2010

Depresión, más allá de los síntomas.


Cuantas veces escuchamos de amigos o conocidos que han padecidos estados depresivos y lo difícil que es salir de ellos. ¿Existen formulas mágicas o simplemente es un tema de pastilleo?

Cuando se instalan los síntomas de la depresión, no hay persona menos comprendida que quien la padece. De afuera se escuchan las bienintencionadas recomendaciones…”Dale che, que no se diga, si vos sos fuerte, tenés que salir adelante”, “ Vamos, no me vas a decir que por esto (sea cual crea el motivo posible quien ahora opina) te vas a poner así?”… Y el deprimido, con cara de no querer ofender simplemente afirma y suspira… Y es que la procesión va por dentro… solo uno sabe que es lo que se siente y que no es solo cuestión de voluntad el asumir la necesidad de cambio… que mas quisiera!.
Por ello que no es un tema menor y al estar directamente ligado con la forma personal de angustiarse de cada uno, es que también será particular a cada quien la manera de re-encarar la cura.
Todo objeto que queramos levantar va a ser tan pesado o liviano según la fuerza que tengamos para encararlo. así como de la misma manera que las posibilidades de angustiarse no serán las mismas para todos (una perdida física o material, una situación conflictiva,etc…) las posibilidades de recupero tampoco serán iguales.
Algunas personas pueden confiarse a si mismas y al tiempo, otras necesitan un apoyo profesional y otras además acompañar su terapia con medicamentos. Lo que debe quedar claro que, según la gravedad del caso, no existen ni palabras mágicas, ni pastillas milagrosas. Llegado el momento de enfrentar la situación es importante saber cuando es necesario pedir ayuda y tratar no solo de conformarse con la desaparición del síntoma, sino con la elaboración de las circunstancias que lo provocaron, de modo que la persona pueda salir de la experiencia habiéndose fortalecido internamente y no meramente “contenido por ahora”.
Bien sabemos entonces, por lo dicho que no es solo fuerza de voluntad…¿pero esta ayuda?, ¿se puede hacer algo si uno no pone algo de si para salir? Si bien la respuesta es obvia, dejo para los lectores el siguiente cuento para que lo puedan deducir…


Un día, el burro de una campesina se cayó en un pozo. El animal lloró fuertemente por horas, mientras la campesina trataba de averiguar qué hacer.
Finalmente la campesina decidió que el animal ya estaba viejo, el pozo estaba seco, y necesitaba ser tapado de todas formas y que realmente no valía la pena sacar el burro. Invitó a todos sus vecinos para que vinieran a ayudarla. Todos tomaron una pala y empezaron a tirar tierra al pozo.
El burro se dio cuenta de lo que estaba pasando y lloró desconsoladamente. Luego para la sorpresa de todos, se tranquilizó. Después de unas cuantas paladas de tierra, la campesina finalmente miró al fondo del pozo y se sorprendió de lo que vio; con cada palada de tierra, el burro estaba haciendo algo increíble... Se sacudía la tierra y daba un paso hacia arriba... mientras los vecinos seguían echando tierra encima del animal, el se sacudía y daba un paso hacia arriba.
Pronto todo el mundo vio sorprendido como el burro llegó hasta la boca del pozo, pasó por encima del borde y salió trotando...
La vida va a tirarte tierra, todos tipos de tierra... El truco para salirse del pozo es sacudírsela y dar un paso hacia arriba.
Cada uno de nuestros problemas es un escalón hacia arriba. Nosotros podemos salir de los más profundos huecos, si nunca damos nuestro brazo a torcer (querer salir).
"Sacúdete y da un paso hacia arriba..."

viernes, 2 de abril de 2010

Ansiedades de nuestros días.


¿Porque se nos hace cada vez más difícil manejar la ansiedad...? ¿Porque cada vez son más los que se sienten ahogados, deprimidos, perturbados con pensamientos agobiantes o tal vez exaltados, acelerados y llenos de dolores?

Y no es una observación apresurada, usted lo habrá notado; y ya no solo hablamos de gente adulta, jóvenes, adolescentes y hasta niños se ven perturbados por un mal manejo de la ansiedad.

Analicemos dos vías de posibilidades:
Por un lado nos preguntamos si las variables de exigencia cotidiana, vistas en la presión por “ser” o “tener”, nos han llevado a situaciones que ya no son controlables por nuestro Yo, dado que no se han dado a la par las herramientas para fortalecerlo.
Por otro, podemos suponer que las presiones no han variado tanto sino que al propio Yo se no las compensa con sus propias fortalezas y de ese modo toda carga se hace demasiado pesada.

En ese sentido lo más trágico sería suponer que ambas situaciones se nos presenten a la vez. Y para muchos casos,- y en función a mi experiencia en consultorio-, me animo a pensar que es así.

Esta sociedad de consumo, exitista y desvalorizadora ha instalados “gérmenes” puntuales que deterioraron no solo el sistema de valores societario y familiar, sino que ha generado pautas y modelos ideales cada vez más distantes e irrealizables. Han demarcado individuos exigidos por un Yo Ideal a alcanzar con metas ficticias e inadecuadas, con la consiguiente frustración, desanimo y perdida de la autoestima que ello acarrea.

Por ahora creo que la clave esta, y utilizando una expresión futbolera, "que paremos un poco la pelota", tomemos aire y le demos marcha hacia adelante. Pero teniendo cuidado, de no dejarnos seducir por “arcos” imposibles.
Con metas claras y confiadas en nuestros propios recursos, seguro lograremos hacer los goles que deseamos de nuestra vida.

Como siempre les digo, este es un espacio de reflexión en donde cada uno puede sostener su punto de vista, me gustaría conocer los suyos.

martes, 30 de marzo de 2010

Los senderos que podemos elegir.

Continuamos algunas reflexiones sobre los estados de ánimos, iniciadas en ediciones anteriores, y esta vez nos preguntamos… ¿Se pueden elegir los senderos de la vida?

Muchas recomendaciones de buena voluntad a las cuales acudimos tanto como amigos y muchas veces como profesionales, indican a personas en crisis frases como “vos podes elegir como vivir tu vida”.

Detrás de ello existe una gran verdad.

Podemos cada día levantarnos y decir como la canción de Serrat nos invita a plantear “ hoy puede ser un gran día, duro con él !”. ¿Es esta una posición inocente o ilusa? No, para nada, es conocida la fuerza de la actitud para seguir adelante. Más allá de los muchos problemas que tengamos, como nos “paramos” frente a la vida, hace a la diferencia.

El pensar positivo no logra magia. No es que los problemas desaparezcan, siguen ahí por mas que no queramos, simplemente que nos enfocamos con la fuerza suficiente para encararlos bien y así hacemos de esa “montaña” que nos aplasta una piedra más que debemos sortear en nuestro camino.

¿Pero siempre se puede elegir? ¿Siempre se puede poner voluntad por sobre el estado anímico?

Bueno, en realidad no. Si la depresión es muy severa las posibilidades de salir requerirán de un auxilio profesional. Pero aun así, si no existe una demanda, si no se pide ayuda, nada se puede hacer. Así que en vista de eso, también la elección de consultar es una posibilidad de cambiar el rumbo.

Para que se visualice mejor el tema, imaginemos que la vida es un camino, en el cual debemos avanzar. Sabemos que cada camino es distinto, a veces esta marcado por otros, y en muchos casos “se hace camino al andar”, - siguiendo con el "Nano"-.

En algún momento de la vida, una perdida, nos puede poner en una encrucijada, en un camino que se termina y nos obliga a elegir otras vías que tomar. Y por lo general se presentan dos caminos posibles: el de la montaña o el de las cavernas subterráneas.

Muchas veces, por miedo a perder (o reconocer lo ya perdido), por no arriesgar a caerse, se elige el de las cavernas. Es aparentemente menos riesgoso, pero mas lúgubre, oscuro, apenas se puede respirar y ver. Esta lleno de alimañas y fantasmas (recuerdos que atormentan). Se llena a su vez de trampas que sin querer vamos creando a nuestro paso y, dado que a veces se camina en vueltas, solemos caer prisioneros de las mismas.

Pero una vez iniciado este camino descendente, no esta todo perdido…existen en algunos espacios pequeños destellos de luz y escaleras cada tanto (personas que nos tienden la mano). Obviamente estará en nosotros el querer seguir en la oscuridad o acercarnos a la luz.

El camino de la montaña, con senderos peligrosos, peñascos inestables, también con trampas creadas si querer por otros, es el camino de la luz, donde se puede respirar hondo y sentir que la vida fluye. Posee muchas dificultades, cada paso es un riesgo, pero a su vez nos permite sentir que vemos un panorama más amplio a medida que se sube. Podemos tropezar y caer (es lo más común), pero nos levantamos viendo la piedra que debemos esquivar, pues la experiencia nos permite evitar los pasos falsos del pasado.

De ese modo ambos senderos son paralelos… podemos estar en uno o en otro… podemos cambiar, pedir ayuda o conformarnos con “esto es lo que hay” y seguir en la oscuridad maldiciendo porque no hay luz.

La decisión, como siempre, es tuya…

viernes, 26 de marzo de 2010

Los problemas afuera o adentro

Muchas veces se plantean situaciones que nos desbordan, que nos superan, de las cuales no queremos saber nada y preferiríamos mandarnos a mudar. La cotidianeidad hecha rutina, o situaciones que antes soportábamos de nos van de las manos…pero si es lo de siempre… que ha pasado?, que fue lo que cambio… el problema o nosotros?

La realidad o nuestra manera de enfocarla?...

Por lo general nos pasa, en distintos momentos de nuestra vida que las cosas que antes nos gustaban, de golpe no nos generan nada; o situaciones que no nos causaban problemas y las tolerábamos perfectamente ahora nos complican hasta el punto de detestarlas.

Y que fue lo que cambio… el problema o nosotros? La realidad o nuestra manera de enfocarla?...

Un pequeño cuento, citado por Mariscal dice:
Una mujer descubre en el supermercado que Dios está detrás de un mostrador: Es la mía, se dijo y preguntó:

- «¿Qué es lo que vendes?»
- «Todo lo que tu corazón desee,» le contestó, el Señor.

- «Bueno entonces dame felicidad, paz, algo de dinero, salud para mi y toda la familia; y también para el barrio, además...»

- «No entendiste bien querida», respondió luminoso el Padre,

«yo vendo las semillas...!»

La fuerza de nuestra actitud como siempre será la que marque la diferencia, nada esta hecho todo por hacerse y de cómo encaremos la realidad devendrá el resultado. Lo sabemos.. pero no siempre lo podemos lograr, ¿Por qué?

Desde ciertas predisposiciones genéticas o hereditaria que nuestros padres nos legaron) y de nuestras experiencias infantiles (reales o fantaseadas), hemos ido construyendo nuestra estructura de personalidad y en función de ella nuestra experiencia vivida conforma un particular esquema de visión del mundo. Es decir, no es para todo eso de “quien se quemo con leche, ve una vaca y llora”…

Algunos se viven quemando con leche y aman a su vaca, y otros le contaron que pasa y sin experimentar huye sin saber porque (se hará amigo de la leche en polvo o cualquier cosa con tal de no arriesgar). Esa particular respuesta a como encaramos la vida esta condicionada pues, pero no es determinante, uniforme o invariable. Siempre están los ciclos en donde la vida se nos presenta con sus altas y bajas, además de factores que podemos reconocer en nosotros que nos permitan mejorar nuestros recursos. Una modalidad de acción “llevadera”, se llama “Rutina”.

El acostumbramiento es una modalidad a la cual nos sometemos y sometemos (“sin querer queriendo”) a los demás… se hace una amiga traicionera por su cara de útil pero con una realidad destructiva. ¿Porque? Pues en 1er. lugar porque la rutina presenta un desgaste, que hace que “automaticemos” nuestra vida en un ciclo corto, es decir que vivamos siempre una película que se repite día a día, quitando creatividad, quitándole sabores a descubrir cosas nuevas. Pero, como decíamos, si cada uno posee una estructura distinta, en un grupo o en una pareja la rutina no siempre se amolda a la estructura de todos.

Habrá un espacio de tiempo en que alguien se amoldara a ese esquema, pero a la larga (en función de su ciclo personal) hará crisis y dependiendo de la madurez de la parte eso implicará una crisis pasajera o definitiva para ese grupo o pareja.


Combatir la rutina es una tarea de día a día, construir sobre lo conocido pero recreando el espacio, no generar acostumbramientos a la comodidad (ni para nosotros ni para los demás), pues lo siempre lo mejor es amigo de lo bueno… el evitar los esfuerzos, eludir las confrontaciones (a tiempo y bien manejadas), solo nos lleva a un fracaso, que por mas que no duela, no sirve.

Para ilustrar y siguiendo con ejemplos de Dios y Semillas, va este cuento (cuyo autoría creo le pertenece a Osho) para ilustrar lo último dicho.

Un día un viejo campesino fue a ver a Dios y le dijo:
- "Mira, tú puedes ser muy Dios y puedes haber creado el mundo, pero hay una cosa que tengo que decirte: No eres un campesino, no conoces ni siquiera el principio de la agricultura. Tienes algo que aprender".
Dios dijo:
- ¿Cuál es tu consejo?
El granjero le respondió:
- "Dame un año y déjame que las cosas se hagan como yo quiero y veamos que pasa. La pobreza no existirá más.
Dios aceptó y le concedió al campesino un año. Naturalmente éste pidió lo mejor y sólo lo mejor... ni tormentas, ni ventarrones, ni peligros para el grano. Todo confortable y cómodo... y él era muy feliz. El trigo crecía altísimo. Cuando quería sol... había sol; cuando quería lluvia... había tanta lluvia como hiciera falta. Ese año todo fue perfecto, ¡matemáticamente perfecto!
El trigo crecía tan alto que el granjero fue a ver a Dios y le dijo:
-"¡Mira!, esta vez tendremos tanto grano que si la gente no trabaja en 10 años, aun así tendremos comida suficiente".
Pero hubo un problema... cuando se recogieron los granos todos estaban vacíos. El granjero se sorprendió y le preguntó a Dios:
-"¿Qué pasó?, ¿qué error hubo?
Ante tal inquietud Dios le respondió:
-"Como no hubo desafío, no hubo conflicto, ni fricción, como tu evitaste todo lo que era malo, el trigo se volvió impotente. Un poco de lucha es imprescindible. Las tormentas, los truenos, los relámpagos, son necesarios, porque sacuden el alma dentro del trigo".
La noche es tan necesaria como el día y los días de tristeza son tan esenciales como los días de felicidad. A esto se le llama lucha y esfuerzo.

Entendiendo este secreto descubrirás cuan grande es la belleza de la vida, cuánta riqueza llueve sobre ti en todo momento, dejando de sentirte miserable porque las cosas no van de acuerdo con tus deseos.

jueves, 11 de marzo de 2010

Las víctimas mudas de vuestros egoísmos, pronto gritarán en silencio.


Una consulta frecuente de padres separados, es relativa a cual será las consecuencias que para sus hijos ocasione tal distanciamiento.

Antes que ello debemos analizar las atmósferas familiares previas a tal hecho. Es decir tenemos que analizar las distintas realidades que anteceden a una separación.


En muchos casos es el resultado de una convivencia violenta (ya sea física o psicológica) en donde los malos tratos, los gritos o las actitudes violentas generan climas hostiles que nunca serán indiferentes a los ojos del niño.

Esta claro que en estas condiciones de alto egoísmo de los padres, dado que no consideran la presencia de sus hijos a la hora de generar esos climas, la separación es una necesidad de pleno, mejor que cualquier otra alternativa. El niño en ese clima hostil solo puede incorporar conductas negativas a su aprendizaje y autoestima.


Otro extremo es el de los padres sumamente cuidadosos de sus discusiones, pero que viven una farsa permanente, la cual piensan que sus hijos desconocen, cuando en muchos de los casos no hacen mas que haber comprado una careta de farsante en la misma tienda de sus padres.

En estas condiciones, estos padres son los que de un día para otro le informan al hijo, por ejemplo, que “Papa se tiene que ir porque no se lleva bien con mamá”.


He notado que no en pocos casos las consecuencias de esta situación genera en el chico conflictos de ansiedad, con cargas de culpa y sensación de desprotección, muy abruptas y también perjudiciales a su salud mental.


Desde luego que para el fracaso matrimonial no existen recetas mágicas, no son desarrollos espontáneos sino procesos de desencuentros y mala comunicación que solo se avizora en lo irremediable del hecho. Muchas veces la carga de la culpa es compartida y las voluntades de ambos se deterioran hasta el punto que no intentan reconstruir el contrato roto, ni con reconsideraciones de conductas, ni siquiera con la opción mas recomendada como sería una terapia de pareja.


Pero la presencia de hijos debiera generar un compromiso de respeto mayúsculo hacia esa responsabilidad asumida, una actitud de madurez que se debe anteponer al egoísmo espontáneo y competitivo que predomina en muchos de estos casos.

Por mas que la pareja haya muerto, uno es padre o madre de por vida… y esa responsabilidad es la que la pareja debe entender.



Si consideran que no están en condiciones de elaborar una estrategia adecuada, no deben dudar de buscar un auxilio profesional que facilite la transición y procure minimizar las consecuencias dañinas de ese duelo.


Es una necesidad responsable, solidaria, superadora, que necesita entender que la historia de hoy anticipa el resultado de mañana.

No podemos sumar mas fracasos a los fracasos, pero debemos entender las consecuencias dado que como dice la frase

“Cuando los elefantes se pelean, las que pierden son las hormigas”.

domingo, 7 de marzo de 2010

Algo sobre Paradigmas


Entender como funcionan los paradigmas nos permite encontrar la llave que nos habilita recorrer nuevos destinos. Es un tema fascinante del cual, por ahora, solo los invito a una rápida aproximación.

En primer lugar debemos saber que :
Los paradigmas son ese estado de conocimientos, ideas o métodos que hacen a un momento o época determinada que, por ser generalmente aceptado, es decir, tomados “tal como son”, definen la forma de pensar de esa misma mayoría.
Se establecen de forma tal que se hacen “una costumbre” y juegan de modo que otra forma distinta de hacer las cosas, una alternativa no habitual o un pensamiento que no encaje con tal paradigma, sea inmediatamente rechazado.
Ejemplos hay de sobras, si
no pregúntenle a Galileo porque casi lo matan, o investiguen porque los suizos perdieron el mercado de la relojería o simplemente porqué el hombre pudo volar.

Es así aunque no lo creamos, los pueblos, al igual que las personas, avanzan cuando pueden madurar, y se madura cuando se puede ver que existen caminos mejores que el habitual y uno se siente capaz de recorrerlos o intentar al menos dar un paso en esos nuevos sentidos.

En la aeronáutica, por ejemplo, se comenta el ejemplo del paradigma del vuelo. Este decía que “es imposible que un cuerpo pesado, con alas chicas pudiera volar, simplemente y sin discusión no es posible!, la aerodinámica no lo permite!”. Pensamientos como estos durante muchos siglos hicieron que muchas mentes (a excepción de genios “rompe-paradigmas”como Leonardo Da Vinci) no se abocaran a investigar como se podía volar, y se contentaban con sentenciar que “el volar es para los pájaros”, “solo los locos intentarían volar”.
En función de ello se concluye:
"menos mal que las abejas no escuchaban consejos de expertos en aerodinámica, sino, pobres de ellas, nunca hubieran volado..."
Cuantas cosas se hacen o hacemos por costumbre, solo por el hecho que siempre fue así.
Veamos en la historia, todos los inventores e idealistas, tuvieron que soportar decenas de fracasos y luchar contra toda una sociedad que no los aceptaba.
Tomemos cualquier ejemplo, ya sea desde la religión, las ciencias o las artes, el lector podrá encontrar numerosos casos de cómo han revolucionado las ideas y la tecnología –o sus propias vidas, en un plano más común- aquellos que pudieron cambiar sus paradigmas.

Paul Harris, fundador de Rotary, decía ya en los comienzos del siglo XX:
“Vivimos en una era experimental, en un mundo que cambia constantemente y todas las cosas que tienen valor y representan progreso son consecuencia de la acumulación de éxitos y fracasos anteriores. No debemos dejar de innovar, nunca caer en el conformismo. La historia (-tanto de la humanidad como nuestra propia historia, agrego yo-) será escrita una y otra vez”

En definitiva, ¿ estamos dispuestos a evolucionar en nuestras instituciones y sociedades, en nuestras vidas y familias o solo esperamos el fracaso en el portal del conformismo?.

No es una pregunta, es un desafío que todos debemos enfrentar. Dejemos volar nuestros deseos...y demos paso a la acción… o acaso...
¿pensás que el volar es solo para los pájaros?

jueves, 4 de marzo de 2010

Si la culpa es de Morfeo…

Son comunes, cada vez más las quejas de no haber descansado bien, de levantarse cansado o de directamente no haber podido cerrar un ojo en toda la noche. Hoy las alteraciones del sueño son mas variadas, comunes y afectan a todas las edades.

Primero debemos saber que el sueño es un proceso activo que implica varias etapas. Primero nos relajamos, disminuyendo la respiración, el ritmo cardiaco, nervioso y la tensión muscular. Superamos el ensueño y cada vez mas disminuyen la actividad de esos sistemas. Pasamos luego al sueño leve y finalmente entramos al sueño profundo. Aca los cuatro sistemas (nervioso, respiratorio, cardiaco y muscular) se hallan en su mínima actividad. Pero eso aun no es dormir, es solo sueño profundo.

Porque el proceso continua incrementándose las actividades de todos los sistemas, excepto el muscular que queda en su fase menor o de hipotonía. Tanto es asi, que llegamos (aun estando dormidos) a una fase en donde tanto la respiración, el ritmo cardiaco y nervioso se encuentra como si estuviéramos despiertos; esta es la etapa REM o en castellano MOR (movimientos oculares rápidos), dado su nombre a que el sujeto en esta etapa mueve sus ojos de un lado hacia otro. Aca es donde se produce el verdadero dormir, donde se elaboran los contenidos diurnos, donde se descansa y regeneran sistemas internos. Es la etapa que si nos despertamos, podemos recordar lo que soñamos. Es la etapa en la que por ejemplo, si se da un mal sueño aparecen las PESADILLAS (en las que reaccionamos con un “ahhh, fue un sueño”). En cambio un contenido desagradable en las otras etapas puede ser un TERROR NOCTURNO, donde continúa el estado de pánico, temor y miedo aun sabiendo que ya estamos despiertos…

Y esto se explica fácilmente. Veamos que en la pesadilla (en estado REM) se encuentra directamente con todos los indicadores activos a diferencia que en el terror en donde se da una descompensación muy grande desde los más bajos niveles de actividad fisiológica hasta lo activo que implica estar en vigilia. Esto explica el mito del sonámbulo, aquel que no se le puede despertar. Este se encuentra en una etapa NO REM, por lo tanto si se lo despierta deberá que sobrecompensarse muy rápidamente, implicando un fuerte sacudon nervioso, respiratorio y cardiaco, que en caso de debilidad cardiaca, puede generar serias complicaciones.

Muchas afectaciones hoy en día se debe a estrés acumulado, ansiedades mal manejadas, desfasaje en las horas de actividad normal, (dormir de día en vez de noche), consumo de sustancias intoxicantes (drogas o alcohol en exceso) o energizantes a base de cafeína, etc. Las enfermedades más comunes son el insomnio, la hipersomnia, la narcolepsia, etc.

El insomnio básicamente refiere a no haber podido dormir o levantarse cansado, no habiendo tenido un sueño reparador. Por más que contemos ovejitas, nada.

Lo interesante es que, como vimos el sueño reparador se da en etapa REM y eso muchas veces tampoco lo logran las pastillas, dado que solo nos llevan al sueño profundo y por lo tanto no compensador.

Una terapia debe conducir a poder encontrar los motivos de las dificultades del sueño, que afectos hay en juego y lograr técnicas que permitan una mejor relajación y avance a los “brazos de Morfeo”.